La comisión técnica Sector Empresa de Auditoría Interna en el Colegio presentó el 24 de febrero el curso Informe de auditoría interna para la alta administración (incluye digitales), para dar a conocer la importancia de la elaboración de los informes de auditoría, que permitan una fácil comprensión y toma de decisiones dentro de la organización, además de tomar como herramienta la digitalización.
Las exposiciones estuvieron a cargo de Edgar Cruz Cruz, Pedro Javier Morales Ríos e Ivan Manuel Miguel Jiménez Carbajal, integrante de la comisión organizadora del evento; asimismo, contaron con la intervención de Abraham Espinosa Cruz, socio en KPMG México, quienes se encargaron de hablar de La importancia de los informes de auditoría, según el Instituto de Auditores Internos (IIA, por sus siglas en inglés); de las Características de los informes para la alta dirección, Comité de Auditoría y Consejo de Administración, sin pasar por alto una serie de Ejemplos de informes de auditoría.
Edgar Cruz Cruz fue el primero en compartir las mejores prácticas en materia de auditoría interna. Al respecto dijo que la elaboración de los informes de auditoría debe permitir una satisfacción y toma de decisiones en las organizaciones.
“El resultado del trabajo del auditor interno es el reporte que se entrega a los diferentes niveles, según la organización, entonces es algo sumamente relevante y útil”.
Sobre el tema comentó que la auditoría interna se rige por el marco internacional para la práctica profesional de la auditoría interna, a través del Instituto de Auditores Internos, que tiene como principios fundamentales demostrar integridad, competencia y diligencia profesional; es objetiva y se encuentra libre de influencias; se alinea con las estrategias, los objetivos y los riesgos de la organización; demuestra compromiso con la calidad y la mejora continua de su trabajo; proporciona aseguramiento con base en riesgos; promueve la mejora de la organización, entre otros.
Acerca de la importancia de los informes de auditoría, de acuerdo con el IIA, Edgar Cruz comentó sobre las normas que aplican como las Normas sobre desempeño como la 2200 que se refiere a la planificación del trabajo; la 2300, para realizar el trabajo; la 2400 para comunicar los resultados y la 2500, que se refiere a la supervisión del progreso.
En materia de digitalización, el contador Cruz Cruz dijo que la auditoría tiende a evolucionar y la digitalización (tecnología e innovación) de las empresas es una herramienta aliada en el proceso que debe ser aprovechada para poner al día los procedimientos que ya está ejecutando la empresa.
“La digitalización de las empresas es la aplicación de los datos y los recursos tecnológicos en la estrategia de un negocio y en la forma de desarrollar las actividades que ya desempeña de forma habitual. Es una forma de generar nuevos procesos de trabajo enfocados a la automatización, innovación y a la mejora".
En ese mismo tenor, Pedro Javier Morales Ríos se enfocó en las características que deben tener los informes para la alta dirección, el comité de auditoría y el consejo de administración de las empresas, para ello comentó que la difusión de los resultados de la auditoría interna y la presentación de informes a la dirección, y a los encargados del gobierno corporativo es una parte esencial de cualquier informe de auditoría interna.
“El informe de auditoría interna es el documento preparado como resultado del proceso de auditoría que contiene una clara expresión escrita de hallazgos y recomendaciones significativos basados en la revisión de las políticas, procesos, riesgos, controles y procesamiento de transacciones. Los hallazgos y recomendaciones de auditoría en el informe están diseñados para facilitar que la organización logre los objetivos financieros, de gestión y de cumplimiento normativo”.
De igual forma comentó que el informe de auditoría interna se presenta a los responsables de los procesos, jefe de departamentos, la alta dirección, el comité de auditoría y autoridades reguladoras (si es necesario).
Dentro de las consideraciones claves que se deben tener presente figura el informe de auditoría interna como el vehículo principal y rutinario a través del cual la alta dirección comprende el servicio/valor que ofrece la auditoría interna.
“El informe de auditoría presenta los resultados de un examen o revisión dentro de la organización y se considera el producto principal de los servicios de auditoría interna. Los resultados mal comunicados pueden restar valor por completo a lo que puede ser información crítica para la alta gerencia y los órganos de gobierno corporativo”.
En cambio, los resultados bien organizados y comunicados son un indicador clave de competencia y profesionalismo.
“Cada organización tiene prácticas y expectativas únicas de presentación de informes que afectan el formato, la frecuencia y la profundidad de sus comunicaciones”.
El evento cerró con la intervención de Abraham Espinosa Cruz, quien compartió una serie de ejemplos de cómo presentar los informes de auditoría como parte de las denominadas mejores prácticas.
“La elaboración de los informes de auditoría permite una comprensión y toma de decisión. El resultado del trabajo del auditor interno es el reporte que se entrega”.
Espinosa Cruz, antes de entrar de lleno con una serie de ejemplos de cómo presentar los informes habló de lo que esperan los clientes.
“Los usuarios de un informe de auditoría interna (equipos de gestión, alta dirección y comité de auditoría) normalmente son equipos multitareas, con tiempos limitados y comprensiblemente impacientes. necesitan información de auditoría entregada de forma ágil, de manera enfocada y fácil de interpretar. esperan un reporte de auditoría interna de impacto (Sticky Audit Report). Al mejorar el impacto, podemos hacer que el mensaje sea memorable o lo suficientemente pegajoso para crear cambios e impulsar la acción”.
Eventos recientes
El 28 de abril se presentó en el colegio el curso Criterios no vinculativos para efectos del informe fiscal, SIPRED. En el evento, bajo la coordinación de Teresa Cruz Rodríguez, representante de la comisión técnica de Auditoría Fiscal, se presentaron las consideraciones para tener en cuenta sobre los criterios no vinculativos contenidos en distintos cuerpos normativos.Para cubrir el tema, se contó con la valiosa participación de Manuel Corral Moreno y Álvaro Enrique Cordón Álvarez, integrantes de comisión mencionada previamente.Antes de comenzar, los contadores señalaron la importancia de los criterios no vinculativos ya que, aunque no tienen fuerza legal obligatoria, su relevancia permite alinear los tres elementos o perspectivas que convergen durante el informe fiscal: la autoridad fiscal, el contribuyente y el auditor; de esta forma, estos criterios permiten dar cuenta de la forma en que el sujeto pasivo (la autoridad) interpreta una normativa para orientar al sujeto activo (el contribuyente).Además, se comentó que, pese a que el contribuyente no tiene la obligación de considerar estos criterios vinculantes, “el auditor tiene la obligación de revelar las discrepancias entre los criterios de la autoridad fiscal y el contribuyente”, ya que en caso de no hacerlo puede ser copartícipe de un encubrimiento de discrepancias fiscales.Una vez establecido ese precedente, los ponentes detallaron los criterios no vinculativos relacionados con distintos cuerpos normativos, comenzando con el Código Fiscal de la Federación (CFF), la Ley de Impuesto Sobre la Renta (LISR), la Ley de Impuesto al Valor Agregado (LIVA), la LIEPS (Ley de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) y la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos (LISH). Para cada apartado, los expositores comentaron los criterios no vinculativos aplicables a cada conjunto de leyes y ejemplos prácticos que permitieron profundizar en ellos, desde aquellos relacionados con la expedición, timbrado y entrega de CFDI; la base gravable del IEPS en la prestación de servicios de juegos con apuestas y sorteos; la deducción de pagos a sindicatos; los gastos a favor de terceros; entre otros.
En la conferencia universitaria de abril, el tema principal fue los Instrumentos auxiliares de fiscalización del SAT, un evento que contó con la destacada participación de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) Tepepan. David Osorio Cetina, docente de referida institución educativa, tuvo la responsabilidad de explicar en detalle los mecanismos y herramientas que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) emplea para respaldar y complementar sus facultades de comprobación. Su ponencia se centró en cómo estos instrumentos ayudan a identificar posibles incumplimientos fiscales por parte de los contribuyentes. El curso, que se ofreció de manera gratuita en un formato híbrido el 24 de abril, fue inaugurado por el vicepresidente de Vinculación Universitaria, Héctor Vázquez González, junto con el profesor de la ESCA Tepepan, Hugo Rodríguez Barbosa. Durante su presentación, Osorio Cetina hizo hincapié en la importante diferencia entre estos instrumentos auxiliares y las facultades de comprobación directas del SAT, como las visitas domiciliarias, revisiones de gabinete y revisiones electrónicas. Subrayó que los instrumentos auxiliares no son actos de fiscalización en sí, sino que ofrecen información y elementos valiosos para que el SAT pueda ejercer sus facultades de manera más eficiente y selectiva. En este contexto, la recomendación más importante es prestar atención a los comunicados emitidos por la autoridad fiscal. Este tema está estrechamente relacionado con el control interno de las empresas, por lo que es esencial mantener un diálogo con las áreas de contabilidad y, si es necesario, con asesores fiscales. Al recibir un comunicado del SAT, es crucial verificar la información que la autoridad presenta. Por ejemplo, si el SAT notifica la omisión de la declaración anual, se debe corroborar de manera interna el estado de dicha obligación. Una de las grandes ventajas en el ámbito de las vigilancias profundas es que el cumplimiento que se realiza después de recibir un comunicado se considera aún como algo espontáneo. Según el artículo 72.° del Código Fiscal de la Federación (CFF), “si se presentan las declaraciones de manera espontánea, se está exento de sanciones por parte de la autoridad”, destacó el también abogado en Derecho. “Así que, aunque llegue una notificación, si se presenta la declaración después, sigue siendo considerada espontánea. Esto es muy diferente a un requerimiento formal por no cumplir con las obligaciones, donde la espontaneidad ya no cuenta”. La oportunidad de corregir la situación fiscal sin tener que enfrentar multas u otras sanciones es un gran beneficio para el contribuyente. Por último, David Osorio destacó la importancia de visitar la página oficial del SAT y la plataforma de gobierno abierto, donde se publican cifras de recaudación que muestran lo valiosos que son estos instrumentos auxiliares y la vigilancia constante en la labor recaudatoria del SAT. "La eficiencia que han demostrado estas herramientas ha asegurado su uso continuo, marcando un avance firme en la estrategia de fiscalización, ya que permiten una recaudación significativa sin necesidad de ejercer facultades de comprobación directas", concluyó.
En el entorno empresarial que al pasar de los años se ha vuelto más dinámico, complejo y digitalizado, la función de auditoría interna está llamada a evolucionar. Así lo expuso Edgar Cruz Cruz, miembro de la comisión SE Auditoría Interna, el pasado 11 de abril durante su presentación en el curso Auditoría Interna Ágil, en la cual compartió un enfoque innovador basado en metodologías ágiles como scrum, lean y kanban, aplicadas con éxito en diversos sectores más allá del desarrollo de software.En el evento, coordinado por Armando Patiño Torres, de comisión mencionada, Cruz Cruz destacó que estas metodologías, lejos de sustituir los métodos tradicionales, los complementan y potencian, permitiendo dividir auditorías extensas en entregables más pequeños y manejables, optimizando tiempos y enfocándose en lo verdaderamente crítico. “Se trata de entregar valor desde etapas tempranas, mantener ciclos de mejora continua y alinear la auditoría con los objetivos estratégicos del negocio”, puntualizó.En su presentación profundizó en la aplicación de scrum dentro de la auditoría interna. Cruz explicó cómo estructurar el trabajo en sprints (ciclos de máximo cuatro semanas), donde se planifican tareas específicas, se realizan reuniones diarias de seguimiento y se entrega un producto final por cada ciclo: desde hallazgos hasta informes completos. En ese sentido, definió los roles del proceso: el product owner, el scrum master y el equipo de auditores, quienes trabajan de manera colaborativa, autónoma y adaptativa.Uno de los ejemplos más ilustrativos fue el caso ficticio de la empresa “El Conejo Feliz”, donde la auditoría al proceso “orden al pago” fue segmentada en sprints semanales, lo que permitió realizar entregas constantes y mantener una alta alineación con las áreas auditadas. Con ello, se demostró que incluso en equipos pequeños, estas metodologías pueden mejorar la trazabilidad, la velocidad de respuesta y la capacidad de adaptación ante cambios o nuevos hallazgos.Durante su intervención, Cruz hizo hincapié en que la adopción de metodologías ágiles requiere una cultura organizacional madura, liderazgo comprometido y equipos capacitados. Identificó como principal obstáculo la resistencia al cambio, y resaltó la importancia de comunicar claramente los beneficios de este enfoque dentro de la organización.También abordó la relevancia de contar con manuales de auditoría actualizados y vivos, ajustados a normas internacionales, pero con flexibilidad para incorporar enfoques ágiles. En ese sentido, se invitó a los asistentes a reflexionar sobre la pertinencia de sus propios marcos de trabajo y la necesidad de incorporar valores y principios ágiles como la colaboración, la adaptación al cambio y la entrega continua de valor.Además de los aspectos técnicos, la charla abordó temas estratégicos. Edgar Cruz subrayó la necesidad de que la auditoría interna esté alineada con la gestión de riesgos empresariales (ERM) y participe activamente en el cumplimiento y desarrollo del negocio. Enfatizó que la oportunidad en la entrega de informes es esencial, pues auditorías que se entregan meses después pueden perder relevancia. “La auditoría debe prevenir, no solo registrar errores del pasado”, afirmó.Finalmente, se compartieron ejemplos de organizaciones que ya están aplicando con éxito estas metodologías en sectores como salud, finanzas, manufactura y tecnología, demostrando que el enfoque ágil es viable en organizaciones de cualquier tamaño, siempre que se adapte a sus necesidades específicas.