El Colegio, a través de la comisión Fiscal llevó a cabo el 26 de octubre el décimo Foro de Fiscalización del SAT (AGAFF), el cual tuvo como objetivo proporcionar a los participantes información actualizada y relevante sobre las medidas preventivas y correctivas de comprobación fiscal, así como las novedades en las áreas de fiscalización relacionadas con el comercio exterior y los precios de transferencia.
La jornada de trabajo dio inicio con la presentación de Pablo Ramírez Morales, integrante de la comisión organizadora, quien abordó las principales medidas preventivas y correctivas ante las facultades de comprobación fiscal. En su exposición, destacó la importancia de la integración adecuada de la documentación que respalda el efecto fiscal de las operaciones, incluyendo registros contables, documentación legal y diversos comprobantes como estados de cuenta, contratos y CFDI.
Además, enfatizó la necesidad de demostrar la fecha cierta de los documentos, utilizando métodos como la firma electrónica y cumpliendo con las normativas vigentes. Otro punto tocado, fue la relación entre la razón de los negocios y el beneficio económico, subrayando que las reestructuras empresariales deben estar bien documentadas y cuantificadas para evitar problemas fiscales. “La materialidad se convierte en un punto crucial, donde no basta con presentar comprobantes, sino que se debe exhibir documentación que respalde los servicios prestados o bienes adquiridos, cumpliendo con los requerimientos del Servicio de Administración Tributaria (SAT).”
En su turno, Federico Tercero Garza Torres, integrante de la comisión fiscal, abundó en los criterios innovadores de la autoridad fiscal al ejercer sus facultades de comprobación, centrados en el Plan Maestro del SAT para Grandes Contribuyentes.
Comentó que el plan tiene como objetivos principales la recaudación de los grandes contribuyentes, mejorar los procesos de fiscalización en diversos sectores y garantizar la legalidad y seguridad jurídica para los contribuyentes. Asimismo, destacó los logros de recaudación obtenidos en años recientes, donde ciertas empresas, como BBVA, FEMSA, IBM, Wal-Mart y otras, regularizaron sus situaciones fiscales, aportando un total de 35,849 millones de pesos.
Por último, presentó los ejes rectores del plan, los principales sectores económicos bajo revisión, así como los rubros y reformas en fiscalización, incluyendo temas actuales como la compensación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y las revisiones en términos del Tratado de Libre Comercio con los países del norte.
Por otro lado, Eduardo Sánchez Lemoine, integrante de comisión ya mencionada, centró su plática en el esquema de fiscalización destinado a detectar al beneficiario controlador, así como a las figuras de los esquemas reportables.
Al respecto, explicó que dichos esquemas tienen como objetivo proporcionar a las autoridades fiscales información completa y oportuna sobre estrategias de planeaciones fiscales agresivas para que puedan responder rápidamente a los riesgos derivados de estas prácticas, en línea con la Acción 12 del Proyecto BEPS. También comentó que los sujetos obligados, incluyendo asesores fiscales y contribuyentes, están requeridos a revelar información sobre estos esquemas; además, se establece la figura del beneficiario controlador con la finalidad de cumplir con estándares internacionales de transparencia, obligando a las entidades mercantiles y fiduciarias a proporcionar información actualizada sobre sus beneficiarios controladores al SAT para evitar el ocultamiento de actividades. ilícitas.
A lo largo de la ponencia se plantearon diversas preguntas y desafíos claves relacionados con estos esquemas, como la confidencialidad de los datos de los beneficiarios controladores, el papel del auditor externo en la revisión del cumplimiento y la idoneidad del acuerdo conclusivo para mediar en discrepancias relacionadas con estos temas, incluyendo aquellas no vinculadas directamente al pago de contribuciones.
En otro orden de ideas, Rosaura Aguilar Peña y Gerardo Canseco Romero, integrantes de la comisión de Comercio Exterior dialogaron sobre las novedades en la fiscalización de operaciones de comercio exterior para el Plan Maestro de Fiscalización y Recaudación de este año. A manera de contexto, se comentó que, en 2022, se logró una recaudación significativa de 188,821 millones de pesos, con 64,179 millones de pesos provenientes de acciones de fiscalización en el comercio exterior; a su vez que se llevaron a cabo 393 revisión y se iniciaron 434 procedimientos administrativos en materia aduanera, valorados en aproximadamente 1,565.3 millones de pesos, como parte de las medidas para inhibir el comercio informal.
En este sentido, indicaron que el SAT ha intensificado su fiscalización en sectores como automotriz, acero, textiles, electrónicos, vinos y licores, vehículos usados e hidrocarburos, así como en temas sensibles como el uso y destino de mercancías en IVA. “Las acciones de fiscalización incluyen el fortalecimiento de revisión, verificaciones de origen, operativos carreteros y almacenes para combatir el contrabando, además de la revisión de conceptos clave como subvaluación en operaciones de comercio exterior y uso indebido de tratados de libre comercio”, indicó Aguilar Peña.
Canseco Romero puntualizó en la correcta integración de expedientes contables, la revisión automática de operaciones y la capacitación continua para cumplir con las obligaciones fiscales aduaneras y los tratados de libre comercio aplicados.
Siguiendo con el programa, en la presentación acerca de las novedades de fiscalización en materia de precios de transferencia, Alejandro Higuera Galicia y Luis Eduardo Natera Niño de Rivera, de la comisión de Precios de Transferencia, abordaron los logros y estrategias implementadas para fortalecer la recaudación tributaria en México.
En esa línea, hicieron mención de la eficiencia tributaria alcanzada mediante programas como el de cumplimiento de obligaciones y vigilancia profunda, junto con acciones de cobranza coactiva, que permitieron identificar omisiones y generar ingresos adicionales por 194,190 millones de pesos al cierre de 2022, un aumento del 34.9% en comparación con el año anterior.
Resaltaron el incremento en la fiscalización, con una recaudación de 422,091 millones de pesos en 2022, representando un aumento de 31,077 millones de pesos en comparación con 2021. “Durante el primer semestre de 2023, se logró un incremento del 49.6% en términos reales, recaudando 313,300 millones de pesos por actos de fiscalización, siendo más de la mitad de este monto pagado por grandes contribuyentes, y se logró la regularización total o parcial de 644 grandes contribuyentes”, explicó Higuera Galicia.
Durante el intercambio de ideas, se abordaron aspectos relacionados con la fiscalización, como la revisión detallada de la información financiera segmentada y la metodología aplicada por los contribuyentes, los contratos de operaciones intercompañía y la revisión de transacciones financieras, incluyendo coberturas cambiarias y saldos viejos versus cobro de intereses.
Para finalizar el del décimo Foro, Rosalía Ortega López y Enrique Ramírez Luna, miembros de la comisión de Auditoría Fiscal, debatieron acerca del dictamen fiscal como una medida de control tributario en México. Mencionaron que los objetivos del Sistema de Presentación Electrónica del Dictamen (SIPRED), tienen como finalidad simplificar el proceso de captura, registro y conservación de datos financieros y contables para los contribuyentes y contadores públicos organizados.
Señalaron que el SIPRED establece plazos estrictos para la presentación del dictamen fiscal y la información sobre la situación fiscal de los contribuyentes, con requisitos detallados para los Contadores Públicos Inscritos (CPI) y consecuencias legales para el incumplimiento de las disposiciones fiscales y aduaneras.
Hicieron énfasis en la importancia de la fecha límite, el 15 de mayo de 2024, para la presentación del SIPRED 2023 y destacaron la necesidad de presentar informes adicionales sobre posibles delitos o incumplimientos dentro de los 30 días siguientes presentación al SIPRED 2023.
“No se debe dejar el proceso para el último momento, considerando experiencias pasadas con problemas en la plataforma de recepción en el último día del plazo”, apuntó Ortega López.
Por último, hicieron hincapié en la revisión exhaustiva de los contribuyentes para determinar posibles obligaciones y se proporcionan pautas claras sobre cómo los IPC deben manejar situaciones en las que los contribuyentes no estén de acuerdo con el dictamen formulado.
Eventos recientes
El 28 de abril se presentó en el colegio el curso Criterios no vinculativos para efectos del informe fiscal, SIPRED. En el evento, bajo la coordinación de Teresa Cruz Rodríguez, representante de la comisión técnica de Auditoría Fiscal, se presentaron las consideraciones para tener en cuenta sobre los criterios no vinculativos contenidos en distintos cuerpos normativos.Para cubrir el tema, se contó con la valiosa participación de Manuel Corral Moreno y Álvaro Enrique Cordón Álvarez, integrantes de comisión mencionada previamente.Antes de comenzar, los contadores señalaron la importancia de los criterios no vinculativos ya que, aunque no tienen fuerza legal obligatoria, su relevancia permite alinear los tres elementos o perspectivas que convergen durante el informe fiscal: la autoridad fiscal, el contribuyente y el auditor; de esta forma, estos criterios permiten dar cuenta de la forma en que el sujeto pasivo (la autoridad) interpreta una normativa para orientar al sujeto activo (el contribuyente).Además, se comentó que, pese a que el contribuyente no tiene la obligación de considerar estos criterios vinculantes, “el auditor tiene la obligación de revelar las discrepancias entre los criterios de la autoridad fiscal y el contribuyente”, ya que en caso de no hacerlo puede ser copartícipe de un encubrimiento de discrepancias fiscales.Una vez establecido ese precedente, los ponentes detallaron los criterios no vinculativos relacionados con distintos cuerpos normativos, comenzando con el Código Fiscal de la Federación (CFF), la Ley de Impuesto Sobre la Renta (LISR), la Ley de Impuesto al Valor Agregado (LIVA), la LIEPS (Ley de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) y la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos (LISH). Para cada apartado, los expositores comentaron los criterios no vinculativos aplicables a cada conjunto de leyes y ejemplos prácticos que permitieron profundizar en ellos, desde aquellos relacionados con la expedición, timbrado y entrega de CFDI; la base gravable del IEPS en la prestación de servicios de juegos con apuestas y sorteos; la deducción de pagos a sindicatos; los gastos a favor de terceros; entre otros.
En la conferencia universitaria de abril, el tema principal fue los Instrumentos auxiliares de fiscalización del SAT, un evento que contó con la destacada participación de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) Tepepan. David Osorio Cetina, docente de referida institución educativa, tuvo la responsabilidad de explicar en detalle los mecanismos y herramientas que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) emplea para respaldar y complementar sus facultades de comprobación. Su ponencia se centró en cómo estos instrumentos ayudan a identificar posibles incumplimientos fiscales por parte de los contribuyentes. El curso, que se ofreció de manera gratuita en un formato híbrido el 24 de abril, fue inaugurado por el vicepresidente de Vinculación Universitaria, Héctor Vázquez González, junto con el profesor de la ESCA Tepepan, Hugo Rodríguez Barbosa. Durante su presentación, Osorio Cetina hizo hincapié en la importante diferencia entre estos instrumentos auxiliares y las facultades de comprobación directas del SAT, como las visitas domiciliarias, revisiones de gabinete y revisiones electrónicas. Subrayó que los instrumentos auxiliares no son actos de fiscalización en sí, sino que ofrecen información y elementos valiosos para que el SAT pueda ejercer sus facultades de manera más eficiente y selectiva. En este contexto, la recomendación más importante es prestar atención a los comunicados emitidos por la autoridad fiscal. Este tema está estrechamente relacionado con el control interno de las empresas, por lo que es esencial mantener un diálogo con las áreas de contabilidad y, si es necesario, con asesores fiscales. Al recibir un comunicado del SAT, es crucial verificar la información que la autoridad presenta. Por ejemplo, si el SAT notifica la omisión de la declaración anual, se debe corroborar de manera interna el estado de dicha obligación. Una de las grandes ventajas en el ámbito de las vigilancias profundas es que el cumplimiento que se realiza después de recibir un comunicado se considera aún como algo espontáneo. Según el artículo 72.° del Código Fiscal de la Federación (CFF), “si se presentan las declaraciones de manera espontánea, se está exento de sanciones por parte de la autoridad”, destacó el también abogado en Derecho. “Así que, aunque llegue una notificación, si se presenta la declaración después, sigue siendo considerada espontánea. Esto es muy diferente a un requerimiento formal por no cumplir con las obligaciones, donde la espontaneidad ya no cuenta”. La oportunidad de corregir la situación fiscal sin tener que enfrentar multas u otras sanciones es un gran beneficio para el contribuyente. Por último, David Osorio destacó la importancia de visitar la página oficial del SAT y la plataforma de gobierno abierto, donde se publican cifras de recaudación que muestran lo valiosos que son estos instrumentos auxiliares y la vigilancia constante en la labor recaudatoria del SAT. "La eficiencia que han demostrado estas herramientas ha asegurado su uso continuo, marcando un avance firme en la estrategia de fiscalización, ya que permiten una recaudación significativa sin necesidad de ejercer facultades de comprobación directas", concluyó.
En el entorno empresarial que al pasar de los años se ha vuelto más dinámico, complejo y digitalizado, la función de auditoría interna está llamada a evolucionar. Así lo expuso Edgar Cruz Cruz, miembro de la comisión SE Auditoría Interna, el pasado 11 de abril durante su presentación en el curso Auditoría Interna Ágil, en la cual compartió un enfoque innovador basado en metodologías ágiles como scrum, lean y kanban, aplicadas con éxito en diversos sectores más allá del desarrollo de software.En el evento, coordinado por Armando Patiño Torres, de comisión mencionada, Cruz Cruz destacó que estas metodologías, lejos de sustituir los métodos tradicionales, los complementan y potencian, permitiendo dividir auditorías extensas en entregables más pequeños y manejables, optimizando tiempos y enfocándose en lo verdaderamente crítico. “Se trata de entregar valor desde etapas tempranas, mantener ciclos de mejora continua y alinear la auditoría con los objetivos estratégicos del negocio”, puntualizó.En su presentación profundizó en la aplicación de scrum dentro de la auditoría interna. Cruz explicó cómo estructurar el trabajo en sprints (ciclos de máximo cuatro semanas), donde se planifican tareas específicas, se realizan reuniones diarias de seguimiento y se entrega un producto final por cada ciclo: desde hallazgos hasta informes completos. En ese sentido, definió los roles del proceso: el product owner, el scrum master y el equipo de auditores, quienes trabajan de manera colaborativa, autónoma y adaptativa.Uno de los ejemplos más ilustrativos fue el caso ficticio de la empresa “El Conejo Feliz”, donde la auditoría al proceso “orden al pago” fue segmentada en sprints semanales, lo que permitió realizar entregas constantes y mantener una alta alineación con las áreas auditadas. Con ello, se demostró que incluso en equipos pequeños, estas metodologías pueden mejorar la trazabilidad, la velocidad de respuesta y la capacidad de adaptación ante cambios o nuevos hallazgos.Durante su intervención, Cruz hizo hincapié en que la adopción de metodologías ágiles requiere una cultura organizacional madura, liderazgo comprometido y equipos capacitados. Identificó como principal obstáculo la resistencia al cambio, y resaltó la importancia de comunicar claramente los beneficios de este enfoque dentro de la organización.También abordó la relevancia de contar con manuales de auditoría actualizados y vivos, ajustados a normas internacionales, pero con flexibilidad para incorporar enfoques ágiles. En ese sentido, se invitó a los asistentes a reflexionar sobre la pertinencia de sus propios marcos de trabajo y la necesidad de incorporar valores y principios ágiles como la colaboración, la adaptación al cambio y la entrega continua de valor.Además de los aspectos técnicos, la charla abordó temas estratégicos. Edgar Cruz subrayó la necesidad de que la auditoría interna esté alineada con la gestión de riesgos empresariales (ERM) y participe activamente en el cumplimiento y desarrollo del negocio. Enfatizó que la oportunidad en la entrega de informes es esencial, pues auditorías que se entregan meses después pueden perder relevancia. “La auditoría debe prevenir, no solo registrar errores del pasado”, afirmó.Finalmente, se compartieron ejemplos de organizaciones que ya están aplicando con éxito estas metodologías en sectores como salud, finanzas, manufactura y tecnología, demostrando que el enfoque ágil es viable en organizaciones de cualquier tamaño, siempre que se adapte a sus necesidades específicas.